sábado, 20 de noviembre de 2010

LA NUEVA REGLA KIMBISA ( segunda parte)

Cosmogonía:

"Yo quiero, cuando me muera,
Sin patria, pero sin amo,
Tener en mi losa un ramo
De flores,_ ¡ y una bandera!".
Versos de José Martí.

_ Los Nuevos Kimbisa creen ante todo en una fuerza o energía consciente universal que anima todo lo existente, ya sea materia o energía, visible o invisible, objetivo o subjetivo, a la que llaman por diversos nombres, según la religión, cultura, nivel, faceta o contexto referido. Todas las cosas vivas o muertas, físicas o espirituales, conscientes  o inconscientes, materiales o intelectuales, naturales o creadas por el hombre, positivas o negativas, masculinas o femeninas, etc, están hechas de esa fuerza y conforman su Gran Obra, que es la existencia en todas sus manifestaciones, el Todo.

Antes del nacimiento de esa fuerza no existía Nada; ni materia, ni energía, ni consciencia, ni espacio, ni tiempo; por eso se cree que es eterna, no porque haya existido siempre, sino porque con ella empezó el Tiempo. Su primera manifestación fue un sueño que tuvo la Nada: El Sueño de Ser, el primer sueño. La Nada nunca antes había soñado y solo lo hizo esa vez, porque inmediatamente después de soñar dejó de ser Nada para convertirse en el Sueño de Ser.


El Sueño de Ser.

La Nada soñó con la Existencia y al hacerlo, despertó a la Existencia. Despertar fue tomar consciencia de ser. La Consciencia o Idea de Ser fue la segunda manifestación del Todo, el primer pensamiento o idea y el primer acontecimiento del Tiempo. La dimensión del Tiempo no existe en la Nada ni en el Mundo de los Sueños, solo en la vigilia; por eso el Tiempo comenzó con el Despertar de la Consciencia.


La Consciencia o Idea de Ser.

La Consciencia de Ser se convirtió en el Deseo de Ser, el primer sentimiento.


El Deseo de Ser.

El Deseo de Ser creció y creció hasta transformarse en la Voluntad de Ser, la primera energía.


La Voluntad de Ser.

Estas cuatro primeras manifestaciones de la existencia( Sueño de Ser, Consciencia o Idea de Ser, Deseo de Ser y Voluntad de Ser ) son los nombres que utilizan los Nuevos Kimbisa para referirse a las cuatro etapas del Origen o Principio de la fuerza consciente universal a la que los católicos llaman Dios, los santeros Olordumare, los paleros Nsambi y un sinfín de otros nombres según las religiones y creencias de cada cultura humana.

 _ Así como sucedió en el macromundo( plano espiritual ), sucede también en el micromundo(  plano terrenal ): para crear cualquier cosa primero hay que soñar con ella, luego idearla, después desearla y por último, tener la voluntad, la fuerza, la energía para materializarla. Por eso, en cada obra que los Nuevos Kimbisa emprenden, ya sea un simple trabajo para ayudar a una sola persona o un proyecto de más envergadura, como crear una nueva Regla, vemos reflejados estos cuatro pasos en la Visión Espiritual( percepción del plano espiritual, por medio de revelaciones, trances y consultas de diversos oráculos o sistemas adivinatorios, imprescindible para empezar cualquier trabajo espiritual  ), la Interpretación( traducción de las revelaciones espirituales al lenguaje terrenal. Es la idea que configura y planifica cada obra, trabajo, ritual, etc ), el Deseo( los sentimientos que animan cualquier obra. Los Nuevos Kimbisa creen que sin emociones no hay magia. El odio, el amor, el miedo, el dolor, la generosidad, la envidia, la ambición, la justicia y la gratitud son algunos de los principales sentimientos que convocan a las fuerzas espirituales para llevar a cabo una obra ) y el Sacrificio( el sacrificio es la forma en que demostramos nuestra voluntad de crear. No se puede conseguir nada por nada; es necesario sacrificar tiempo, energias y/o recursos; lo que en la magia se traduce en diversas formas de ofrendas, como oraciones, meditaciones, promesas, votos, disciplinas, estudios, actos de fe, ofrendas materiales, sacrificio de animales, dolor físico, pruebas, etc) con los que estructuran todas sus creaciones.

Los Nuevos Kimbisa ven también los cuatro pasos del Origen de la Existencia reflejados en el proceso de evolución espiritual del individuo. El Sueño de Ser es la llamada espiritual que fuerza a las personas a buscar orientación en la religión, la magia, la filosofía y demás disciplinas y cultos espirituales; la Consciencia o Idea de Ser es el despertar espiritual, la toma de consciencia de nuestra naturaleza divina, de que somos uno con el Todo, que se adquiere con la Iniciación; el Deseo de Ser corresponde a la búsqueda constante de sabiduría, al deseo de alcanzar niveles de consciencia más elevados, de crecer y evolucionar como seres; y la Voluntad de Ser simboliza a los esfuerzos y sacrificios que acumulan, subliman y enfocan la energía del Iniciado hasta producir el milagro: la Iluminación, el paso permanente a un nivel superior de consciencia, percepción  y poder.

_ El cuarto paso, la Voluntad de Ser o primera energía, es el eslabón entre el Origen de la Existencia y la Creación de la Vida, el segundo capítulo de la historia de Dios.

La Voluntad de Ser sucedió como una inconmensurable explosión de energía primigenia, conocida por la ciencia como el Big Bang, que de un golpe creó el Espacio y lo fundió con el Tiempo. El espacio-tiempo es el escenario donde se desarrolla la Vida, la Gran Obra de Dios.

La energía primigenia que brotó de la Voluntad de Ser corresponde al Fuego, el primer elemento físico.

El Fuego provocó a los gases, correspondientes al segundo elemento físico, el Aire.

De los gases nacieron la materia y la anti-materia, correspondientes a la Tierra, el tercer elemento físico.

Y de la Tierra nació el Agua, el cuarto elemento físico, del cual surgió la Vida.

Estos cuatro elementos de la Creación están presentes en innumerables religiones, cultos mágicos, filosofías y disciplinas espirituales como símbolos de los cuatro aspectos fundamentales de la existencia terrenal: Tierra = aspecto sólido, físico, material, corporal, mineral; Agua = aspecto líquido, emocional, sicológico, aguas dulces y saladas; Aire = aspecto gaseoso, mental, intelectual, la respiración, el oxígeno; y Fuego = aspecto energético, vitalidad, fuerza, voluntad, creatividad.

Para los Nuevos Kimbisa, el equilibrio entre estos cuatro elementos activa el quinto elemento, el Espíritu, que es la Consciencia o Idea de Ser que anima a todas las manifestaciones de la creación y planos de la realidad. Por eso en todos sus rituales aparecen símbolos y elementos que representan y convocan a los cuatro elementos para propiciar el quinto.


Los cinco elementos: Fuego, Aire, Tierra y Agua + Espíritu.

Todos los mpungus y demás fuerzas naturales que se emplean en magia y brujería pertenecen a uno o varios de estos elementos. Ngurunfinda, por ejemplo, el dueño del Monte y de los secretos de todas las plantas y árboles, pertenece al elemento Tierra; Mamá Kalunga y Mamá Chola, las dueñas del mar y de los ríos, respectivamente, corresponden al elemento Agua; Siete Rayos pertenece al elemento Fuego y Nkuyo y Cuatro Vientos, al elemento Aire en relación con la Tierra. Zarabanda pertenece tanto al elemento Tierra como al Fuego; Centella Ndoki tiene de Fuego, de Tierra y de Aire; y Tiembla Tierra es Tierra y también Aire, al igual que Kobayende.

Hay mpungus que son anteriores al ser humano, como Kalunga, Ngurunfinda y Siete rayos y otros que son posteriores, frutos de la acción del hombre sobre la naturaleza, como Zarabanda( los metales, el trabajo ) y Centella Ndoki( el cementerio, los muertos ).

Todos los mpungus, tótems, espíritus, fuerzas y divinidades elementales que la humanidad ha nombrado, adorado y manipulado a lo largo de la historia, son entidades simbólicas que representan distintos aspectos de los cuatro elementos y su relación con los seres humanos. Son clasificaciones creadas por la imaginación humana que permiten a los brujos, magos y chamanes sintonizar su propia energía con la frecuencia energética precisa de determinados aspectos de los cuatro elementos para producir ciertos efectos o cambios específicos en la realidad inmediata. Por esta razón, los Nuevos Kimbisa no tienen ningún reparo en utilizar en sus trabajos y rituales espíritus o fuerzas provenientes de diferentes cultos, ya que no les consideran dioses a los que haya que jurar fidelidad, sino avatares locales de elementos universales.

Los avatares se van transformando con el tiempo o pasan de moda y van cayendo en el olvido a medida que la realidad y las prioridades humanas van cambiando. Eso prueba que no son entidades antropomórficas sino códigos simbólicos creados por el hombre para manipular la energía espiritual presente en los elementos naturales y alinearla con las fuerzas equivalentes que conforman al individuo( los huesos y tejidos son equivalentes a la Tierra, la sangre, lágrimas, el líquido amniótico y demás líquidos del cuerpo equivalen al Agua; la respiración y el pensamiento son equivalentes al Aire y la energía sexual y la fuerza vital equivalen al elemento Fuego ) para activar y emplear determinadas vibraciones de la energía consciente universal o Espíritu.

_ Los Nuevos Kimbisa sostienen que todos los avatares son creaciones humanas y que, por tanto, se pueden crear nuevos avatares y/o transformar los ya existentes, pertenezcan a la cultura que pertenezcan. Nadie tiene los derechos de autor de los dioses ni de las religiones, por eso todo el mundo tiene derecho y casi el deber espiritual de crear su propio credo y sus propios dioses. No importa si Cristo o Buda existieron o no, o si eran como los imaginamos; no importa si la diosa se llama Venus, Afrodita, Erzulie, Oshún o Mamá Chola; lo importante son las fuerzas que convocamos al concentrarnos en esos símbolos. Y mientras más actuales y personalizados sean esos símbolos o avatares, más efectivo será el uso que hagamos de esas fuerzas.

Como ningún culto afrocubano contempla la práctica de técnicas y disciplinas sicofísicas como el yoga, la meditación, la alquimia interior, las artes marciales, el sexo tántrico, las plantas enteógenas, la visualización creativa, el control de los sueños o el viaje astral, los Nuevos Kimbisa han introducido en su panteón avatares simbólicos provenientes de otras culturas y contextos, como Buda( meditación ), Hermes-Toth( esoterismo ) y Bodhidharma( artes marciales ). Además, todos los iniciados de la Nueva Regla Kimbisa son libres de experimentar con cualquier tipo de avatar simbólico, ya sea conocido o de nueva creación, como es el caso de los espíritus de José Martí, Carlos Castaneda o el propio San Andrés Petit.

Así que los Nuevos Kimbisa contemplan en su cosmogonía, en primer lugar, a Dios o el Espíritu o la energía consciente universal; a los cuatro elementos, Fuego, Aire, Tierra y Agua, en segundo lugar; a los mpungus o fuerzas de la naturaleza( Siete Rayos, Cuatro Vientos, Ngurunfinda, Kalunga, etc ), en tercer lugar; a los Espíritus Guías( Cristo, Buda, Hermes, Bodhidharma, Castaneda, San Andrés Petit, etc ), en cuarto lugar; y a un ejército de nfumbes menores, de varias clases, que viven en las ngangas, kini-kinis y otras prendas y cuya función consiste en ejecutar los trabajos y ordenes de sus dueños, en quinto y último lugar.

_ Para los Nuevos Kimbisa, la energía consciente universal se creó a si misma y a todo lo existente, desde el espacio-tiempo y los cuatro elementos hasta las plantas, los animales y los seres humanos, como parte de la evolución de su auto-creación, La Gran Obra. Para potenciar y diversificar su Obra, esa fuerza, a la que ellos llaman Espíritu, creó dos pautas aparentemente opuestas que están presentes en todos los organismos: el Destino y el Libre Albedrío.

El Destino vendría a ser el efecto producido por el conjunto de leyes físicas y evolutivas que condiciona el desarrollo de cualquier forma de vida dentro de ciertos parámetros predecibles. De esta forma podemos anticipar con grandes posibilidades de acierto que todo lo que sube, baja; que dos más dos es igual a cuatro; que las semillas de girasol darán girasoles, que los peces fuera del agua morirán y que los seres humanos fuertes dominarán a los débiles.

El Libre Albedrío es el margen que tienen los organismos para tomar decisiones individuales. Mientras mayor sea la complejidad de un organismo, mayor será su albedrío. El Destino garantiza la continuidad de la vida, mientras que el Libre Albedrío se encarga de propiciar las variaciones y transformaciones que permiten la evolución de la vida.  Ambas constantes son imprescindibles para la existencia y desarrollo de la Gran Obra, como las dos caras opuestas de una misma moneda. Para los Nuevos Kimbisa no existen el bien y el mal como Ley Universal, solo el Destino y el Libre Albedrío.  El bien y el mal es un concepto humano, relativo a la época y al contexto desde donde se mire, que no existe para el resto de los animales ni para las plantas, los minerales ni ningún otro organismo. El Destino y el Albedrío, en cambio, actúan sobre todas las formas de existencia, constituyen el mecanismo de la vida.

Los humanos, al haber desarrollado la inteligencia consciente, poseemos un albedrío enorme y creciente que cada dia nos aleja más del lento ritmo de evolución del resto de las especies. El desarrollo intelectual, espiritual, social, científico y tecnológico de la humanidad actual constituye la vanguardia de la evolución, el nivel más alto de la Gran Obra. Mientras que la mayoría de religiones y cultos creen que nosotros estamos aquí abajo, en un nivel muy inferior al de Dios, los Nuevos Kimbisa opinan que Dios no existe, todavía, pero Es, porque Dios es un proyecto en fermentación, del cual los humanos somos el eslabón más cercano a su objetivo.  Nosotros estamos construyendo a Dios a nuestra imagen y semejanza y no al revés. Dios es el modelo de existencia que añoramos llegar a ser: un ente que no envejece, ni enferma, ni muere; tan fuerte que nada ni nadie puede hacerle daño; tan poderoso que puede realizar todo lo que se proponga; tan sabio que nadie pueda engañarlo; tan perfecto que nadie pueda odiarlo y todos le amen y obedezcan voluntariamente.

La Adivinación es una parte fundamental de la mecánica de la Nueva Regla Kimbisa que se basa en el estudio del Destino y del Albedrío en relación a un sujeto o grupo de sujetos en específico. Los oráculos de los Nuevos Kimbisa no juzgan las acciones de los consultantes, solo "ven" y calculan el destino individual y el tipo de acciones( albedrío ) que más le conviene a cada persona para conseguir sus propósitos en la vida. La Adivinación es el arte-ciencia que devela los caminos del karma y la entidad simbólica que lo rige es Padre Tiempo( ahondaremos más en la Adivinación en la tercera parte ).

Para los Nuevos Kimbisa alcanzar niveles superiores de evolución física, emocional, intelectual y espiritual es el único objetivo válido de los seres humanos y no porque signifique estar más cerca de Dios, como creen tantas religiones, sino porque significa estar más cerca del ideal de Dios que el Espíritu del que formamos parte sueña llegar a ser. Algún dia los descendientes de los humanos vivirán tanto y tendrán tanto poder y sabiduría que comparados con nosotros serán dioses( como la diferencia que existe entre un europeo actual y un indígena de la América precolombina ) y, seguramente, esos seres soñarán entonces con un proyecto de Dios aún más ambicioso y así la Gran Obra seguirá su curso.

En ese sentido, los Nuevos Kimbisa poseen una versión propia de la teoría del karma, más cercana al budismo que al hinduísmo, pero sin el concepto asociado del Bien y del Mal. Creen que la forma en que empleamos nuestro albedrío condiciona nuestra evolución energética y espiritual. Cuando el cuerpo muere, la energía, libre de limitaciones físicas, se ve atraida por otras formas de existencia cuya vibración energética sea afín con la suya.  La vibración energética se afina con la evolución de la consciencia espiritual y esta se logra mediante la disciplina y desarrollo del cuerpo, las emociones y el intelecto. El karma es la fuerza que redistribuye la energía del universo para optimizar los avances de la Gran Obra.

La energía de las plantas reencarnará en nuevas plantas y la de los animales en otros animales. Solo muy de vez en cuando, si ha existido un gran desarrollo evolutivo, la energía de una planta se traspasa a un animal y la de un animal a un ser humano. De igual forma, la mayor parte de la energía contenida en los seres humanos se recicla en nuevas generaciones de humanos similares. Es necesario cambiar el rumbo de nuestro destino, mediante el ejercicio positivo del albedrío, para superarnos en vida y así poder escapar a la repetición y reencarnar en recipientes más fuertes y sabios, con un destino más elevado.

El karma no es un ente que juzga nuestros pecados y acciones según determinada regla del bien y del mal; es un proceso automático, como un programa informático que actualiza y recoloca perennemente la energía del universo. Nuestros pecados solo serán juzgados por la sociedad y por nuestra propia consciencia, mientras estemos vivos.  Lo único que influirá en el destino de nuestra energía será el estado de nuestro espíritu en el momento final de la muerte.

La energía o espíritu de los humanos que alcanzan la Iluminación en vida puede reencarnar en un mesías, un profeta, en un ser que desde pequeño demuestre estar dotado con poderes extrasensoriales y una elevada consciencia espiritual, llamado a tener un gran destino como líder de masas, o puede abstenerse de la materia y continuar su labor desde otros planos o dimensiones de la existencia, como Espíritus Guías de los hombres y mujeres que desarrollen un vínculo intelectual y/o espiritual con ella. Solo estos espíritus superiores son capaces de retener la memoria de su existencia terrenal al morir el cuerpo físico, el resto de las personas reencarna una y otra vez, sin nunca recordar sus vidas pasadas. Recordar y retener la memoria de las vidas pasadas es una proeza energética que solo se consigue a través de la Iluminación.

Principales Técnicas y Disciplinas:

_ Existen muchas formas de alcanzar estados superiores de consciencia, hasta la Iluminación, que se adaptan a las características de cada persona. Los Nuevos Kimbisa, inspirados por el espíritu aglutinador de San Andrés Petit, opinan que se debe experimentar con diversas técnicas hasta encontrar la vía que más se ajuste a nuestro carácter y naturaleza. Pocas personas nacen con el don, por ejemplo, de la videncia, la sanación, la creatividad o la mediumnidad, por eso es preciso estimular las capacidades espirituales de las personas normales mediante disciplinas y métodos que sirven de muletas para que el espíritu individual consiga liberarse.

Para los ngueyos de la Nueva Regla Kimbisa la práctica de algún arte marcial y/o del yoga y de la meditación, son asignaturas básicas obligatorias de su aprendizaje. De esta forma se limpia, fortalece y afina el cuerpo-mente, para propiciar la apertura de los canales espirituales. La maestría en cualquiera de esas disciplinas puede provocar la Iluminación y desarrollar determinados poderes.

_ Es muy común entre los Nuevos Kimbisa el uso de plantas enteógenas para germinar y acrecentar la videncia y la sensibilidad espirituales. En Cuba utilizaban hongos alucinógenos, pero al abandonar la Isla comenzaron a experimentar con el peyote, la DMT y la Ayahuasca. El uso repetido de estas sustancias, en el marco de rituales muy precisos, ayuda a desmontar la percepción de la realidad ordinaria, abriendo una brecha entre el mundo cotidiano y las dimensiones espirituales, hasta que el individuo es capaz, como mínimo, de emplear con eficacia uno o más sistemas adivinatorios, como son el vaso con agua, la mpaka, los chamalongos, los nkobos y el Tarot, entre otros.

Paralelamente, se practican otras técnicas más complejas y esotéricas como son el control de los sueños, el viaje astral y la visualización creativa.

_ El control de los sueños es una serie de técnicas destinadas a despertar dentro del sueño o, por decirlo de otro modo, tomar consciencia de que estamos soñando. Así se consigue actuar voluntariamente en el mundo de los sueños, que es una dimensión extraña, pero real, dónde se puede aprender y hacer infinidad de cosas  y obtener capacidades especiales. A través de los sueños se puede investigar en el subconciente propio y en el de otras personas, así como en el inconsciente colectivo; también se puede viajar a lugares remotos y contactar con espíritus y entes de otros planos, como los nfumbes, los guías espirituales y entidades de otras realidades.

_ Si el control de los sueños es despertar en el sueño, el Viaje Astral es como soñar despierto. Mediante técnicas de respiración y relajación se alcanzan determinados ritmos en la actividad cerebral que permiten al espíritu salir del cuerpo físico envuelto en el cuerpo astral y sobrevolar el mundo terrenal, ascender a planos mas elevados y meterse dentro del cuerpo de animales e incluso en el de algunas personas.

_ La Visualización Creativa es un conjunto de técnicas esotéricas derivadas de la meditación que combinan determinados ritmos respiratorios y pensamientos y/o emociones con la visualización de acontecimientos que no han sucedido para provocar a voluntad, cambios en el futuro cercano. Su empleo, en combinación con trabajos de magia y brujería, puede tener resultados de gran efectividad y precisión. También ayuda a modificar o desarrollar aspectos del carácter y estados de ánimo y a controlar procesos biológicos( auto-sanación ) del propio practicante y su práctica continuada puede desarrollar la visión energética o visión del aura, así como la capacidad de sanar a otras personas por imposición de manos.

_ Por último, pero no por ello menos importante, está la práctica de la brujería, que constituye el brazo fuerte que empuña el machete con el que los Nuevos Kimbisa se abren paso por el mundo terrenal. Su sistema se basa en el Palo Monte, la Santería y el espiritismo, fundamentalmente, enriquecido por elementos extraídos del Vudú, el chamanismo y la Alta Magia occidental y otros de creación propia. Sus objetivos principales son la adivinación  y la investigación de los estados espirituales de las personas; el equilibrio de la energía espiritual por medio de rituales; el fortalecimiento del vínculo espiritual con los nkisis de cabecera y espíritus guías; y la manipulación de los mpungus y nfumbes para solucionar todo tipo de problemas y situaciones físicos, materiales y sociales.

La Nganga es el corazón donde radica el poder de los Nuevos Kimbisa. Todas las ceremonias principales de la Regla, como los distintos rayamientos, funerales, celebraciones, registros, despojos, sanaciones, obras y trabajos, se hacen ante el altar donde se encuentran las prendas fundamentales. En la tercera parte veremos con más detalle el funcionamiento y características de la liturgia de la Nueva Regla Kimbisa.

lunes, 15 de noviembre de 2010

LA NUEVA REGLA KIMBISA ( primera parte)

Los Herederos de Andrés Petit:

En 1999, vísperas del nuevo milenio, en una casa del habanero barrio de Nuevo Vedado, fue fundada la Nueva Regla Kimbisa, una fraternidad esotérica cuyos miembros practican una singular mezcla de procedimientos de brujería afroamericana y alta magia occidental y técnicas sicofísicas orientales, inspirados por el espíritu de Andrés Petit, el legendario fundador, en La Habana del siglo XIX, de la Regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje, al cual consideran su Espíritu Guía o Santo Patrono.

Se dice que el líder fundador de Los Nuevos Kimbisa era un antiguo kimbisero al que, estando recluso en la prisión de Valle Grande, en La Habana, en espera de un juicio por homicidio, se le manifestó el espíritu de Andrés Petit para iluminarle y que, a raiz de ese encuentro, su vida y su suerte cambiaron para siempre.

Una de las versiones dice que se le apareció como un fantasma en la noche y que hablaron sin palabras durante horas, mientras el resto de los 174 hombres de su compañía dormían. El se encontraba recostado en el suelo, porque solo había 120 camas y las ocupaban los más veteranos. Hacinado e incapaz de dormir, se lamentaba de su mala suerte y le oraba en silencio a sus mpungus y a Eléggua, su santo, cuando una voz elegante, pero firme, surgió en su mente, cortando como un velero la tormenta de sus pensamientos, a la vez que una sombra nebulosa iba cobrando forma humana ante sus ojos. La figura se fue aclarando hasta dejar ver a un mulato con un anticuado traje que jugueteaba con un extraño bastón entre sus manos. El kimbisero reconoció inmediatamente los rasgos que tantas veces había tratado de desentrañar en el retrato del fundador de su Regla que había colgado en la pared, sobre el altar de su munanso, debajo del crucifijo del Santo Cristo del Buen Viaje. Esa fue la única vez que lo vió. A partir de entonces fue una presencia invisible que llega de pronto y le susurra al oído y le muestra visiones en la pantalla de su mente o que se manifiesta hablando desde el cuerpo de algún perro de prenda.

Otros dicen que nunca hubo aparición, solo una voz en su mente que le ayudó a mantener la esperanza, prometiéndole la libertad si juraba que al salir de prisión dedicaría su vida a continuar la obra de Andrés Petit. En lo que si todos coinciden es que, contra todo pronóstico, el kimbisero, cuyo verdadero nombre desconozco y al que actualmente se le conoce como Padre Umbral Mundo Nuevo o simplemente, Padre Umbral, resultó absuelto del cargo de homicidio por emoción violenta al aparecer pruebas inesperadas de que la víctima, que espoleó públicamente al kimbisero hasta provocar una pelea en la que resultó muerto de un golpe en la cabeza, iba armado con un punzón con el que planeaba asesinarle simulando defensa propia, aprovechando el hecho conocido de que el kimbisero era un karateca bastante avanzado, de temperamento violento y aficionado a la bebida. No queda claro, en cambio, si el móvil fue la envidia o cierta mujer. Quizás fueron ambas cosas.

Durante los tres meses que estuvo en Valle Grande, el futuro Padre Umbral, siguiendo las indicaciones del espíritu de Andrés Petit, se dedicó a meditar y a escribir sin descanso. No era un hombre muy instruido que digamos; en sus treinta y pico de años apenas había terminado la secundaria y los libros que había leído podían contarse con los dedos de una mano. Su carácter nervioso no le permitía concentrarse demasiado en los estudios y cualquier actividad intelectual le aburría y frustraba. Por el contrario, destacaba desde niño en los deportes, sobre todo en el baseball y en las artes marciales. Un profesor de Judo le enseñó a meditar en la secundaria y, pese a que nunca le interesó, ni la practicó fuera de aquellas clases, la técnica se había quedado impresa en un rincón de su memoria. En la cárcel, San Andrés Petit, como le llaman los Nuevos Kimbisa, le ordenó desempolvarla y practicarla durante tres horas, cada día. De ese modo conseguía la concentración suficiente para ordenar y poner por escrito todo lo que el espíritu le revelaba.

Llenó decenas de libretas con letra menuda; tratados enteros sobre las propiedades mágicas y curativas de las plantas y árboles, minerales y animales; sobre magia blanca y brujería; sobre metafísica, espiritismo, astrología, videncia y adivinación, entre otros contenidos y disciplinas. Pese a las duras condiciones del penal y la estricta vigilancia de los guardias, nadie le molestó mientras meditaba y escribía, ni le robaron o decomisaron sus notas. Era como si tuviera un escudo invisible a su alrededor.

Al principio se limitaba a reproducir en el papel las palabras que escuchaba en su cabeza, pero poco a poco comenzó a analizar lo que copiaba, a interpretar y a incluir sus propias obcervaciones. El espíritu le animaba a que razonara por si mismo, a que desarrollara su propio espíritu e intuición. "Los muertos fertilizan la tierra y los vivos la cultivan", le decía. En las últimas libretas, ya no se sabía dónde empezaba la voz de Andrés Petit y dónde terminaba la mente del Padre Umbral. La convivencia con aquella entidad fue como dejar una obra a la sombra de una Nganga, absorbiendo su poder, fundiéndose con su esencia.

El hombre que volvió a pisar las calles de La Habana no era ya el mismo tipo impulsivo e irresponsable que iba por la vida sin rumbo alguno; ahora tenía un objetivo y un candil para orientarse. Abandonó sus viejos hábitos y amistades de juerguista y empezó a consultar en su pequeño apartamento de Marianao. Hasta ese momento, pese a ser Padre Nkisi y tener su propia nganga, no se había sentido lo suficientemente serio como para ser un padrino de respeto. Ahora, en cambio, proyectaba un aura de gravedad y misticismo que atraía a la gente e inspiraba confianza.

Comenzó a consultar siguiendo la Regla Kimbisa tradicional, como se la había enseñado su padrino, pero pronto empezó a intercalar elementos nuevos, extraidos de sus libretas. Recomendaba la practica de las artes marciales y de la meditación para cultivar la disciplina y el autocontrol físico y mental y para aumentar, concentrar y enfocar la energía y limpiar y fortalecer los canales espirituales; introdujo el uso de hongos alucinógenos para desarrollar la videncia y la sensibilidad espiritual y técnicas de control de los sueños, visualización y viaje astral para enriquecer y amplificar las experiencias mágicas y perfeccionar la manipulación de las fuerzas y entidades espirituales; fundamentó nuevos nkisis y reformó la liturgia kimbisa, sintetizando y actualizando, eliminando lo pueril y añadiendo conceptos filosóficos y procedimientos más profundos y coherentes con el mundo moderno.

Un par de años más tarde y con la ayuda de un pequeño grupo de discípulos, consiguió mudarse a una casa más grande, en Nuevo Vedado, área donde encontró un público más receptivo a sus ideas e innovaciones espirituales y donde, por fin, logró crear el primer templo o munanso de la Nueva Regla Kimbisa. Allí pudo desarrollar su proyecto hasta darle la forma que tiene, más o menos, actualmente.

Sus experimentos con hongos alucinógenos y la práctica de la meditación y de las artes marciales, le dieron cierta popularidad entre determinados jóvenes, sobre todo entre estudiantes universitarios interesados en temas esotéricos y espirituales; gente menos tradicional y con la mente abierta a nuevas posibilidades y con otro tipo de influencias, provenientes de la Nueva Era.

Como es sabido, la New Age o Nueva Era es una corriente surgida en la segunda mitad del siglo XX que defiende la idea de que el nuevo milenio o Era de Acuario, traerá un cambio de conciencia en la humanidad, un nuevo ser humano con un sentido espiritual más universal y elevado. La Nueva Era absorbe cualquier disciplina espiritual o filosofía nueva y se apropia y revitaliza las clásicas, como el cristianismo, el chamanismo, el taoísmo y el budismo, entre muchas otras. Esa tendencia suya a sincretizar procedimientos y creencias aparentemente incompatibles, como fundir el concepto del karma con el cristianismo, es también la piedra angular del pensamiento de Andrés Petit, quién defendía la idea de que todas las religiones guardan una parte del poder y de la verdad de Dios; de que mientras más amplios y variados sean nuestros conocimientos, más poderosos y sabios seremos; mejores seres humanos en la tierra y espíritus más elevados en el cielo. Y para probar esa idea, Andrés Petit creó la Regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje, sincretizando deliberadamente elementos bantú, yoruba, abakuá, católicos, espiritistas y masónicos. No es de extrañar, entonces, que el Padre Umbral encontrara un mejor caldo de cultivo entre jóvenes influenciados, consciente e inconscientemente, por la Nueva Era, que entre santeros, espiritistas y paleros. Hasta sus antiguos hermanos kimbiseros veian con burla o con recelo su proyecto.

La Nueva Regla Kimbisa, a diferencia de la Regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje, redujo al mínimo en su liturgia la presencia católica, eliminando el culto a los Santos y añadiendo la figura del Buda( en sustitución del Espiritu Santo ) y la del propio Andrés Petit( en sustitución de San Luis Beltrán ) junto a la del Cristo del Buen Viaje, como guías principales de la Regla.

Los nfuiris de antiguos esclavos africanos fueron sustituidos por personajes de la historia y de la cultura, como el intelectual, revolucionario y masón José Martí; el pintor y santero Juan Francisco Elso Padilla; el general mambí y palero Quintín Bandera; la revolucionaria y palera Celia Sanchez Manduley o la escritora e investigadora Lydia Cabrera, por solo mencionar los de origen cubano. El Padre Umbral anima a sus discípulos a encontrar a sus propios guías individuales entre los personajes muertos, relacionados de algún modo con la espiritualidad, con los que se identifican o les sirven de inspiración. Por eso algunos Nuevos Kimbisa desarrollan vínculos espirituales con figuras tan desconcertantes en el ámbito religioso afrocubano, como Krishnamurti, Aleister Crowley, Joseph Beuys o Carlos Castaneda.

Otro campo donde la Nueva Regla Kimbisa presenta diferencias básicas con el resto de reglas del Palo Monte es en la estructura y en el reglamento de la fraternidad. Los Nuevos Kimbisa no rayan para salvar, solo para iniciar. Para ser iniciado como ngueyo no se tiene en cuenta la raza, clase, nacionalidad, sexo o sexualidad del aspirante; la elección recae en la intuición del Padre del Munanso y si este no está seguro, la última palabra la tiene su espíritu guía. Se valora la inteligencia, la creatividad, las dotes espirituales, la seriedad, el valor y la lealtad.

Las mujeres no tienen que esperar hasta después de la menopausia para ser rayadas como Madre y poder tener nganga. El único tabú en este sentido que los Nuevos kimbisa conservan es el que prohíbe que las mujeres se acerquen a la prenda durante el período menstrual. Por lo demás, cualquier Madre Nkisi puede llegar a heredar la jefatura de un templo o fundar su propio munanso.

Los Padres y Madres Nkisi pueden consultar, hacer trabajos y obras y enseñar determinadas materias a los nuevos ngueyos, pero no pueden rayar. Para ello es necesario dominar primero todas las disciplinas y rituales, poseer experiencia y dotes docentes y de liderazgo. Cuando se reúnen esos requisitos y después de superar ciertas pruebas ideadas por el Padre o Madre líder del munanso, se procede a un tercer rayamiento, que no existe en otras reglas de Palo Monte, en el que el sujeto recibe los secretos necesarios para fundar y dirigir un templo.

La Nueva Regla Kimbisa es una sociedad esotérica muy cerrada, que no persigue la popularidad y elude la publicidad y cuyo objetivo fundamental es la investigación y superación espiritual y el desarrollo íntegro de sus miembros en todas las facetas de la vida. Su dinámica es la del cambio y la creatividad y es una de sus premisas que cada nuevo Padre o Madre Nkisi interprete lo aprendido y recorra su propio camino, aportando nuevos descubrimientos y posibilidades a la Regla. De esa forma honran al espíritu renovador de San Andrés Petit, su principal guía espiritual.

El Padre Umbral abandonó la Isla a principios del año 2004, en una lancha, junto a varios de sus discípulos más cercanos y sus principales fundamentos. Al parecer, San Andrés Petit le avisó de que tenía que viajar por el mundo en busca de 5 secretos que terminarían de fundamentar su proyecto. A los dos años de estar viviendo en Tampa, Florida, se marchó con parte de su tropa a California. Más de una docena de hombres y mujeres viajando en tres caravanas y varios coches y motos. De California no tardaron en pasar a México, a finales del 2007. Lo último que supe de ellos es que en el 2009 andaban por el estado de Roraima, Brasil, cerca del Amazonas.

En  la segunda parte les contaré más detalles sobre la cosmogonía, filosofía, técnicas y liturgia de este reciente y extraordinario fenómeno sincrético, que trasciende lo afrocubano y quién sabe hasta dónde llegará.