miércoles, 30 de marzo de 2011

LAS SECTAS: Respuestas a los Lectores

Hola amigos: A raíz de mi última entrada "Las Sectas: Fe, Fanatismo y Espiritualidad", he recibido varias cartas de lectores, entre ellas esta que a continuación reprodusco y que creo que concentra la mayoría de inquietudes que me han transmitido otros lectores. Después de la carta incluyo mi respuesta, que espero sea de interés para muchos. Gracias a todos.

http://palomontenegro.blogspot.com/2011/03/las-sectas-fe-fanatismo-y.html


CARTA DE ANA( ana goico indakeshalaken@yahoo.es )

Buenos días Rey. Hemos leído tu entrada en el blog, bueno, más bien, el blog entero. Es muy interesante, das respuesta a muchas inquietudes y dudas que he estado teniendo desde hace tiempo con todos estos temas. Verdaderamente la ayuda que pedía llegó contigo... Coincidimos en todo en general. Como te decía yo me dedico al Yoga desde hace bastantes años, y en este tiempo sí que he visto ese tinte sectario y he tenido ofertas de todo tipo para pertenecer a determinados grupos "especiales". Y también personas que transforman la esencia de las enseñanzas originales, con el fin de darle otro toque más occidental y comercial y sacar mayor provecho económico. Más vale que a mí me gusta ir por libre, o no sé, puede que fuera porque mi intuición está clara, pero el caso es que sí que estoy muy atenta más a las obras que a las palabras, y ahí es donde capto la incoherencia de las cosas y me ayuda a decidir.

He aprendido que es muy importante relativizar las cosas, no dejarse llevar de la emoción ni del ego y creer que se es  "algo grande" sólo por el hecho de haber vivido determinadas experiencias, o haber nacido con ciertos dones poco comunes. En la Vida todo tiene un sentido profundo, no existe el azar ni la casualidad y nosotros debemos vivir lo que nos toque con apertura de mente, de corazón y tambíen cómo no, con gran atención, porque la línea que separa la ilusión de la Verdad es muy fina. 

De todos mdos, sí que tengo una duda sobre algo que comentas en esta última entrada. Es acerca de la dificultad de abandonar una secta cuando se está ya en ella. Dices que en el Palo o la Santería es fácil, con cambiar de padrino ya está hecho. Yo veo que el problema es un poco más sutil. No se trata de cambiar de padrino solamente, sino de abandonar. Imagínate a alguien que se rayó o que se hizo santo (o ambas cosas) y ve con la experiencia que ese no es su camino. Se plantea un problema serio para la persona, porque entran en juego temas de miedos y superstición, la sutil amenaza de que algo terrible te puede ocurrir por el castigo de los muertos o la maldición de "los santos" (que no son santos...), de que entres en osobo de por vida y no camines, o cosas peores... Pienso que es más peligroso si cabe que una secta convencional porque en las sectas, de alguna forma se puede distinguir físicamente al responsable principal que puede querer atraparte y perjudicarte, pero en el caso de los cultos afroamericanos se habla de otra cosa, de seres espirituales que pueden "vigilarte" y amargarte de por vida en todo tiempo y lugar. No sé si lo he entendido mal, pero veo que no es tan fácil como lo has expresado. Sí es fácil en el caso de una persona que simplemente se consulta, pero no para quien esté rayado, bautizado... y "pertenezca" a la religión. Esa persona podrá fácilmente cambiar de casa, pero ¿abandonar del todo?, no es tan fácil. 

Hay una forma muy clara de dominio de los adeptos a través del miedo, como en cualquier secta y/o religión organizada y es en este caso, por ejemplo, con la cantidad de prohibiciones que hay en la santería. Esto lo expresas muy claramente en tu blog cuando afirmas lo siguiente: 


Todos los mpungus, tótems, espíritus, fuerzas y divinidades elementales que la humanidad ha nombrado, adorado y manipulado a lo largo de la historia, son entidades simbólicas que representan distintos aspectos de los cuatro elementos y su relación con los seres humanos. Son clasificaciones creadas por la imaginación humana que permiten a los brujos, magos y chamanes sintonizar su propia energía con la frecuencia energética precisa de determinados aspectos de los cuatro elementos para producir ciertos efectos o cambios específicos en la realidad inmediata. Por esta razón, los Nuevos Kimbisa no tienen ningún reparo en utilizar en sus trabajos y rituales espíritus o fuerzas provenientes de diferentes cultos, ya que no les consideran dioses a los que haya que jurar fidelidad, sino avatares locales de elementos universales.

Los avatares se van transformando con el tiempo o pasan de moda y van cayendo en el olvido a medida que la realidad y las prioridades humanas van cambiando. Eso prueba que no son entidades antropomórficas sino códigos simbólicos creados por el hombre para manipular la energía espiritual presente en los elementos naturales y alinearla con las fuerzas equivalentes que conforman al individuo( los huesos y tejidos son equivalentes a la Tierra, la sangre, lágrimas, el líquido amniótico y demás líquidos del cuerpo equivalen al Agua; la respiración y el pensamiento son equivalentes al Aire y la energía sexual y la fuerza vital equivalen al elemento Fuego ) para activar y emplear determinadas vibraciones de la energía consciente universal o Espíritu.

Y ante eso, me pregunto hasta qué punto es real o mental? hasta qué punto a un santero le puede pasar algo "malo" si come calabaza, coco o gallina, por nombrarte algo...

En fin, espero no causarte molestias con estas dudas mías. No es mi intención. Gracias de nuevo por todo.

Un abrazo,

Ana.


RESPUESTA DE MONTENEGRO:

Estimada Ana: Ante todo gracias por el interés en mi blog, es un gran estímulo para mi.

Quiero insistir en el hecho de que ni la santería ni el palo monte son sectas y mucho menos peligrosas. Y no lo digo porque sean disciplinas que yo practique, sino porque el estudio y el tiempo que les he dedicado durante tantos años me llevan a esa conclusión que, dicho sea de paso, es compartida por otros investigadores y antropólogos, personas imparciales cuyo interés por estos temas es solo intelectual y profesional, no religioso.

La santería y el palo monte son religiones y cultos eminentemente prácticos, cuya función principal es ayudar a las personas a prosperar y ser felices en el mundo terrenal mediante la armonía con el mundo espiritual. Si un iniciado en estas disciplinas no ve resultados o avances considerables en su vida, está en todo su derecho de consultar a otro padrino o de abandonar la religión. Esto es algo que ocurre constantemente y ningún santero, babalawo o palero utiliza técnicas de lavado de cerebro, intimidación, secuestro o castigos para retener a sus ahijados, como sucede en las sectas religiosas que menciono en mi artículo. De hecho, en la santería existen rituales específicos para que las personas puedan deshacerse de sus santos y abandonar la religión sin perjuicio para su vida y su desarrollo.

La santería y demás cultos afrocubanos son de las pocas religiones en el mundo que demuestran una gran tolerancia religiosa al permitir que sus seguidores cultiven a la vez otras religiones y disciplinas esotéricas. se puede ser santero, palero o abakuá y al mismo tiempo ser francmasón, rosacruz, espiritista, católico, budista, etc. Yo mismo soy el más claro ejemplo de esta verdad.

Tu mencionas el miedo y la superstición como elementos que hacen titubear a la gente que desea abandonar la santería o el palo monte, y es cierto, pero debes tener en cuenta que dichos elementos existen solo en la propia mente de la persona y no en la religión en sí, ya que en ningún libro o tratado de los cultos afrocubanos se afirma categóricamente que le vaya a pasar algo malo a quién busca otros caminos espirituales. Lo que si dicen es que aquél religioso practicante que no sigue correctamente los consejos de sus santos y guías espirituales es propenso a cometer errores y pagar las consecuencias.

En  mi opinión, si un iniciado cree que su padrino no le está ayudando debe consultarse con otra persona y si, después de mucho buscar, no encuentra a nadie que le ayude de verdad y pierde la fe en esa religión, está en todo su derecho de buscar otros caminos y nada malo le sucederá. 

Es muy sencillo, se cree o no se cree. Si el creyente no cree en su religión porque no ve avances en su vida ¿porqué razón iba a temer abandonarla, si está convencido de que no funciona? 

Además, tanto en la santería como en el palo monte, cuando uno se inicia del todo, es decir, corona santo, hace Ifá o se convierte en tata, inmediatamente deja de depender de sus padrinos. A partir de ese momento puede consultar por si mismo a sus deidades, estudiar los tratados secretos, desarrollar su propia experiencia y ayudar, según su criterio, a otras personas.

Como ya he dicho antes, en temas religiosos y espirituales todo depende de la mente individual y de la cultura y experiencia acumuladas en dicha mente. Para mi esos miedos de los que hablas son irrisorios( sin ánimo de ofender ), porque he estudiado lo suficiente sobre estos temas como para interpretar de forma más profunda los simbolismos mágicos; pero entiendo perfectamente que otras personas, con menos conocimiento y experiencia transformen su desinformación en dudas y estas en miedos. Recuerda que los humanos siempre tememos aquello que no conocemos o entendemos. Si se estudia, se conoce y se entiende, se elimina las dudas poco a poco y los miedos desaparecen por si solos.

En cuanto a las prohibiciones presentes en la santería a las que haces referencia, debes entender la diferencia radical que tienen en comparación con los tabús de otras religiones. Los tabús de la santería no son prohibiciones basadas en mandamientos y prejuicios morales, como en las religiones judeo cristianas y musulmanas. Los tabús de la santería tienen una explicación más practica. Por ejemplo: el tabú de no comer calabaza es solo para determinados hijos de Oshún a los cuales se les advierte que, como la calabaza pertenece simbólicamente a Oshún, no debe comerla para que cuando tenga un problema grave, Oshún pueda salvarle mediante un ebbó con calabaza. Así de simple. No se les obliga, ni se les mira mal por incumplir estos tabús. Cada cual hace con su vida lo que quiera, es uno de los principios de las religiones afrocubanas. Conozco a muchos santeros que incumplen a cada paso algunos o todos los tabús que le marca su letra y no viven preocupados por ello. 

Tomar a pie juntillas, sin analizar, todo lo que nos dicen, es síntoma de fanatismo. Es normal que al iniciarse en algo, la persona sea muy cuidadosa y cumplidora con todos los detalles, porque está aprendiendo; pero una vez que acumulamos experiencia y conocimiento podemos adaptar cada concepto a nuestra propia naturaleza y criterio y desechar lo que nos parezca superfluo. Las personas que cuestionan sin saber y sin esforzarse en profundizar sus conocimientos, son susceptibles de ir pasando de una fe en otra sin nunca acabar de sentirse cómodos en ninguna. Como ya he dicho, el camino espiritual es difícil y el que no esté dispuesto a esforzarse nunca hallará su meta.

Para terminar con este tema, me gustaría aclararte, en referencia a ese comentario tuyo sobre que los santos de la santería no son santos, que se les llama popularmente santos a las divinidades yoruba a causa del sincretismo con la religión católica, pero que, en realidad, nada tienen que ver con los santos del panteón católico y las personas que cometen el error de confundirlos lo hacen por desconocimiento, ya que los orishas no son ni remotamente tan puritanos y mojigatos como los santos católicos.

Personalmente, prefiero el palo monte a la santería, porque la santería es una religión y, como tal, son sus divinidades las que le dicen al iniciado lo que debe hacer; mientras que en el palo monte, culto chamánico, más que religioso, son los practicantes quienes le ordenan a sus aliados espirituales lo que desean.

Y por último, quiero aclarar que el texto que citas lo escribí basándome en información sobre Los Nuevos Kimbisas, fenómeno resiente dentro de la cultura espiritual afrocubana, que poco tiene que ver con la regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje; regla esta última que sí tiene más de cien años de fundada y es mucho más conservadora. Los Nuevos Kimbisa, en cambio, son un grupo con ideas, interpretaciones y aplicaciones muy modernas sobre la espiritualidad y lo esotérico. Ver: http://palomontenegro.blogspot.com/2010/11/la-nueva-regla-kimbisa-los-herederos-de.html

Espero que haya conseguido resolver, al menos, algunas de tus dudas e inquietudes y de otros lectores también.
Saludos, 
Montenegro

lunes, 28 de marzo de 2011

LAS SECTAS: Fe, Fanatismo Y Espiritualidad

El Opus Dei y el Franquismo.
Un consejo básico a la hora de relacionarnos con cualquiera de las disciplinas esotéricas, religiosas o espirituales, en general, y con las instituciones, fraternidades o grupos que las practican, es no fanatizarse. En realidad este es un consejo válido para todos los frentes de la vida, no solo el espiritual, porque si terrible puede llegar a ser el fanatismo religioso, peor es el fanatismo político y aún peor resulta cuando ambos se funden, como en el caso del Opus Dei, que mezcla el catolicismo más conservador con ideas ultra derechistas, o las sectas extremistas islámicas que combinan el odio con la fe; algo que a los occidentales actuales nos parece salvaje pero que en realidad no es nada ajeno a nuestra cultura. Recordemos que la Santa Inquisición y Las Cruzadas fueron engendros europeos nacidos de la cópula entre fe y ambición política. También fue europeo el nazismo, ese monstruo del siglo XX que fundamentó su odio y su sed de poder en diversas tendencias esotéricas que iban desde el  hinduismo hasta el misticismo medieval europeo y la magia negra.


Fundamentalistas islámicos.
Nazis e Iglesia.

A lo largo de la historia veremos repetirse esta formula una y otra vez; incluso en nuestros orígenes prehistóricos vemos como la figura del chamán tiene un peso decisivo en la opinión tribal a la hora de decidir sus alianzas y guerras con sus vecinos, así como los tabúes en los cuales basaban su estructura social y las reglas de convivencia. Todas las culturas esclavistas de la antigüedad se fundamentaron en el poder de los dioses, coexistiendo, por lo general, la función de sacerdote con la de gobernante en una misma persona; recurso que se siguió usando durante el medioevo en la figura de los Papas-Reyes y la oportuna creencia en que la sangre de la nobleza es descendiente de la sangre de Cristo.

Secta Evangelista.
Gran encuentro evangélico. Histeria
colectiva.

Desde que el ser humano tomó consciencia del aspecto espiritual de su naturaleza y comenzó a desarrollar sus capacidades en ese sentido, siempre han existido listos que se han percatado de las ventajas socio económicas y políticas que se pueden obtener de la manipulación egoísta de la espiritualidad de las personas. Y es en ese preciso momento, en los albores de la civilización, cuando lo espiritual se quebró en dos partes en pugna: la espiritualidad luminosa o magia blanca y la espiritualidad egoísta o magia negra; hemisferios opuestos que han seguido difuminándose hasta nuestros días, hasta el punto de que a veces, sobre todo cuando damos nuestros primeros pasos en el mundo espiritual, no sabemos distinguir con certeza donde acaban las sombras y comienza la luz.

Exorcismo real de Anneliese Michel en el seno
de una familia católica.
Las personas que inician su búsqueda espiritual lo hacen con muchos bríos y entusiasmo, si son jóvenes, y con gran fe e intensidad si son personas mayores, enfermas o desgraciadas. Tanto los bríos de la juventud, como la fe nacida de la esperanza, convierten a las personas en carne de cañón para sectas y manipuladores de todo tipo. La mayoría de la gente cree que puede guiarse por su intuición a la hora de elegir un grupo y/o guía espiritual, pero se equivocan. A menudo podemos ser víctimas de manipulación indirecta, es decir, confiamos en alguien porque nuestro instinto nos dice que es una buena persona_y probablemente no nos equivocamos_; lo que pasa es que esa persona ha sido víctima, a su vez, de otras sectas y manipuladores y, aunque sus intenciones sean buenas, su mensaje y procedimientos ya vienen contaminados por ellos. Es el caso de tantas personas que se ven arrastradas por el fanatismo de amigos y seres queridos que ya han sido atrapados o mal encaminados por sectas y estafadores.

Mormones. A menudo las
sectas se ocultan tras la más pura  e
ingenua de las apariencias.
Otras razones por las cuales resulta muy difícil discernir el bien del mal en el terreno espiritual son las teorías y la estética, en relación con nuestras creencias y costumbres culturales, de los diversos grupos y disciplinas. Por ejemplo, por una cuestión de arraigo cultural judeocristiano, los occidentales y en especial los europeos, asocian inconscientemente la magia natural_ aquella que se basa en el estudio y empleo de sustancias y elementos naturales como las yerbas, piedras, animales, huesos humanos, astros y fenómenos atmosféricos_ con la magia negra y practicas diabólicas; mientras que en todo aquello que hable de Dios, ángeles, amor, paz, luz y blancura, lo relacionan automáticamente con el ejercicio del bien y de la sabiduría. Sin embargo, es un hecho comprobado y ampliamente documentado que la mayoría de las sectas que manipulan la conducta de sus seguidores con fines socio económicos y políticos, se relacionan de algún modo con el cristianismo, los ángeles y/o la idea de un solo dios bueno y todopoderoso y despotrican contra toda forma de brujería, magia o chamanismo, acusándoles de satánicos y de realizar sacrificios humanos, orgías y todo tipo de depravaciones. Lo más irónico es que justo dentro de esas sectas es dónde suceden más casos de poligamia, incesto, violación, abuso de menores, tortura, asesinato y suicidio en grupo, locura y privación de libertad. Es el caso de los Testigos de Jehová, los Adventistas,  los Mormones, La Ciencia Cristiana, Los niños de Dios y la Iglesia de la Unificación, por solo citar unas pocas. Todas esas ramificaciones del cristianismo se valen de la biblia y de falsos profetas, supuestos santos en contacto directo con dios, así como de técnicas sicológicas de lavado de cerebro y control de la conducta, para embaucar, explotar y someter a la gente.

Pervertido y líder de la secta
"Los Niños de Dios", autor de numerosos
abusos sexuales a menores.
Boda polígama.

Secta Harekrishna.
La variante oriental de estas sectas que se disfrazan de bondad y sabiduría son las que tiene su orígen en la tradición religiosa hinduísta y budista, fundamentalmente. Me refiero a las sectas que practican técnicas de yoga, meditación y alquimia y mística oriental para alcanzar niveles elevados de conciencia, poderes sobrenaturales, longevidad, curaciones milagrosas y la Iluminación, de la mano de gurús, swamis y todo tipo de Maestros y guías espirituales. En occidente son muy conocidos los Harekrishnas, pero en realidad hay montones de vertientes budistas e hinduístas, como las sectas provenientes del saktismo, que pretenden alcanzar el despertar espiritual o divino mediante el control y desarrollo de la energía sexual o kundalini. En occidentes hay muchas sectas pertenecientes a la llamada Nueva Era, que mezclan técnicas sicofísicas y sexuales orientales con el uso de plantas y sustancias enteógenas y la idea de la diosa Gaia y la Era de Acuario.


Secta hinduísta en Granada.
Sai Baba, controvertido gurú
hindú con miles de seguidores
en todo el mundo.

 La principal razón por la que tanta gente cae en este tipo sectas es el hecho indiscutible de que la práctica del yoga y la meditación pueden ser realmente beneficiosos para la salud, el desarrollo mental del ser humano y su mejor funcionamiento en el mundo material y cotidiano. Al igual que las sectas cristianas tergiversan la verdadera y hermosa doctrina del Cristo para aprovecharse de sus seguidores, muchas sectas de origen hinduísta y budista alteran el entrenamiento sicofísico del yoga y la meditación y otras técnicas, para manipular en su provecho la conducta de sus discípulos.

Símbolos satánicos.
También están, por supuesto, las verdaderas sectas satánicas, que no deben confundirse con los cultos chamánicos africanos, americanos, australianos y euroasiáticos, que son anteriores a la colonización europea y a la influencia cristiana sobre las culturas de esos pueblos y, por tanto, nada tienen que ver con Satán ni con la concepción del bien y del mal de los occidentales. Las auténticas sectas satánicas son de origen europeo y anglo sajón y se basan en el culto a los ángeles rebeldes, a los cuales ven como libertadores y aliados de los humanos en la lucha contra la tiranía de Dios. Estos grupos no son ni remotamente tan peligrosos como los anteriores ya que sus métodos son más evidentes y se nutren principalmente de personas que ya de por si sienten cierta fascinación por el mal y la oscuridad y/o que han tenido malas experiencias con el catolicismo u otras religiones o sectas cristianas.

Misa satánica.
El famoso Charles Manson, líder
de "La Familia", secta que cometió
varios asesinatos.

Y por último, están las nuevas sectas que mezclan espiritualidad con aparente modernidad, envolviéndose en un aura de superioridad intelectual, que se basa en teorías seudocientíficas y generalmente tachan de anticuadas y primitivas a todas las demás religiones y disciplinas espirituales clásicas. Es el caso de la Cienciología, la Sociedad Etérea, el movimiento Raeliano, la Iglesia de los Subgenios, etc, que mezclan conceptos científicos, la creencia en seres extraterrestres y técnicas sicológicas y de auto superación para atraer y convencer a sus adeptos. Son sectas recientes, que empezaron a surgir, después de la Segunda Guerra Mundial, en países altamente desarrollados como Canadá, Francia, Estados Unidos y Reino Unido. Son religiones de diseño para occidentales de clase media que sueñan con hacerse ricos y triunfar en la vida mediante carísimos cursos y conferencias que recuerdan mucho a esas otras sectas que son las compañías piramidales, como Anway y Herbalife, que ofrecen técnicas de marketing multinivel para, supuestamente, obtener grandes beneficios económicos a corto plazo, pero que en realidad son estafas muy bien montadas.

La secta de la Cienciología
utiliza la imagen de
famosos para atraer
seguidores.

Celebración de la la Iglesia de la
Cienciología.

Secta Raeliana. Adoradores de
extraterrestres.

Chamán de Alaska.
En el caso de las religiones y cultos afroamericanos y chamánicos es muy raro encontrar sectas fuertemente organizadas como las anteriores. En la santería, el palo monte, el vudú o el chamanismo indígena americano, africano, australiano o euroasiático no se tienen conceptos morales, culturales o religiosos tan férreos que asfixien la voluntad de sus seguidores. La brujería, la magia y el chamanismo poseen un sentido eminentemente práctico que entra en contradicción con la enajenación de la realidad que caracteriza a las sectas cristianas, satánicas, orientales, nueva era y seudocientíficas. Por lo general, cuando un santero, palero o seguidor de cualquier forma de brujería o chamanismo, no obtiene resultados o avances prácticos palpables en un tiempo relativamente corto, con determinado padrino, brujo o sacerdote, suele abandonarlo con gran facilidad, sin temer ninguna represalia o consecuencia negativa, cosa que como todos sabemos, sí ocurre en las sectas antes referidas, muchas de las cuales utilizan amenazas, castigos, persecución y secuestro para retener y recuperar a sus víctimas.

Chamán africano.
Chamán del Amazonas.

 Existen dos peligros en la santería, el palo monte y demás reglas esotéricas afroamericanas:  Uno es que nos toque un padrino "descarado", es decir, un estafador que realmente no está iniciado y/o capacitado correctamente para ayudar y enseñar a nadie. Para evitar a esos farsantes lo mejor es informarse bien previamente, buscar padrinos con prestigio y años de experiencia comprobables, visitar a varios brujos y comparar antes de decidirse y ponerlos a prueba en pequeños trabajos que no impliquen un gran gasto. Yo aconsejo que si en la primera consulta el brujo no nos sorprende con sus aciertos o comete varios errores, hay que buscar a otro y si en el primer trabajo que le encarguemos_ un sencillo despojo o trabajo para abrir los caminos_ no vemos resultados firmes a corto plazo, también hay que dejarlo. El otro peligro es que nos toque un brujo malo, es decir, un brujo con poder, pero que lo usa más en su propio beneficio que en el de sus ahijados. Si al poco tiempo de estar siendo atendido por un brujo o sacerdote, las cosas comienzan a ponerse peor, aléjese lo más posible y váyase a consultar con otro, porque probablemente su padrino le ha hecho brujería para que las cosas le vayan mal y tenga que gastar más dinero pidiéndole ayuda. En ambos casos es como cuando buscamos un abogado, a un agente de bolsa o a un médico bueno; no hace falta saber derecho o medicina para distinguir la calidad  de la chapuza, tan solo hace falta ir despacio, con cautela y suma atención a los detalles.

Babalawo cubano.
Brujo palero cubano.

 Los buenos brujos y chamanes suelen ser personas sencillas, indiferentes a los lujos y amantes de la naturaleza y del silencio; con evidentes conocimientos sobre plantas, animales, enfermedades, el clima y los conflictos humanos; personas fuertes y vitales que nunca se quejan, ni pierden los estribos; con mucha sicología natural, carisma y que viven en armonía en todo momento con su entorno, como si formaran parte del paisaje. Y todos saben y disfrutan haciéndolo, cantar y contar historias. Si se topa con uno así, aunque viva en una choza y vista con harapos, no lo deje escapar por nada del mundo.

La búsqueda espiritual es una reacción natural a ciertas inquietudes, como un ansia inefable, que experimentan todas las personas, tarde o temprano, a lo largo de su vida. El problema estriba en que, como sucede con todo en este mundo, cuando surge una necesidad inmediatamente aparecen  productos para saciarla, personas que los producen y abastecen y muchos imitadores, especuladores y estafadores. Hay que aprender a elegir y comprar bien, incluso nuestras creencias, porque vivimos en una sociedad consumista dónde cada deseo o inquietud es susceptible de transformarse en artículo de venta. A millones de personas en el mundo les gusta el ginseng; es una necesidad y un producto. ¿Quién cree usted que prueba el mejor ginseng del mundo y al menor precio? Aquél que lo cultiva, desde luego; y después le siguen los compradores al por mayor, más adelante los distribuidores, que pagan un poco más; los vendedores que pagan más todavía y, por último, está el cliente final, los consumidores, que son quienes más pagan por un producto que ha pasado ya por muchas manos, perdiendo frescura y siendo adulterado y rebajado con otras sustancias. Lo mismo sucede con la espiritualidad. Para encontrar un buen maestro y un buen camino es importante acercarse lo más posible a la fuente, porque lo que nos llega a través del mercado espiritual viene muy adulterado y muchas veces es totalmente falso o, peor, está pasado y nos puede hacer daño, como las sectas.

Para acercarse a la verdad hay que arrancar los frutos directamente de la mata; buscar lo auténtico y viajar y escarbar, si es necesario, para encontrarlo. La espiritualidad no es algo que podamos comprar en una tienda o en una iglesia. En esos lugares podemos encontrar información, familiarizarnos con determinadas disciplinas y aprender algunas técnicas, pero la auténtica espiritualidad es un proceso interior al cual solo podemos ascender por nuestros propios medios y de forma individual; ningún maestro nos la puede dar, tan solo indicarnos el camino y mostrarnos su propia experiencia que, aunque se parezca, nunca será igual a la nuestra. Las puertas se pueden abrir, pero nadie puede cruzarlas por nosotros.

El consumismo es otra forma de fanatismo.
La llamada espiritual debe ser alimentada con sabiduría, esfuerzo y sentido común. Primero hay que estudiar mucho; leer montañas de libros sobre diversos temas, como filosofía, historia, antropología, sicología, metafísica, religiones, chamanismo, cultos, rituales y técnicas sicofísicas y sicoespirituales de todo tipo; así podremos entender mejor qué es lo que nos está pasando, qué significa para nosotros la espiritualidad y cuál es el camino o los caminos, más acordes con nuestra naturaleza e idiosincrasia. La mayoría de las religiones y muchos tipos de cultos y disciplinas esotéricas afirman que su camino es el único verdadero o el mejor y, por eso, exigen de sus seguidores fidelidad y exclusividad, pero, al igual que pasa con cualquier producto cuyas marcas afirman ser las mejores o las auténticas para que solo les compremos a ellas, todo buscador espiritual es libre de cambiar de creencias cuantas veces lo crea necesario, de experimentar todas las disciplinas que quiera, de beber de todas las fuentes y marcas que encuentre. En cuestiones espirituales, como con la compra, no estamos obligados a ser fieles a nada ni a nadie, solo a nosotros mismos.

Siddharta Gautama.
Si se fijan, verán que todos los grandes maestros espirituales, como Cristo o Sidharta, primero aprendieron de varios maestros, fueron tomando unas cosas y desechando otras para después crear su propia vía espiritual. Sidharta tuvo que encontrar el Camino del Medio entre todo lo que le habían enseñado y lo que había experimentado por si mismo, para convertirse en el Buda; y Cristo tuvo que rebelarse contra los altos sacerdotes de su religión para poder mostrar su nuevo sendero de amor y fraternidad. De igual forma, cada persona debe tomar de aquí y de allá y procesar en su interior hasta encontrar su luz interior, esa que habla con voz propia y no con palabras aprendidas de memoria. Las diversas religiones, cultos y disciplinas esotéricas no son caminos, sino solo muletas que nos ayudan a dar los primeros pasos; después debemos desprendernos de ellas y seguir con nuestras propias piernas.

Jesucristo.
La espiritualidad debe ser, ante todo, algo que nos brinde armonía, paz, placer y alegría; algo que nos libere de las aburridas y asfixiantes riendas del mundo materialista en el que vivimos y no que nos hunda más en nuestras miserias. La magia es justo lo contrario del materialismo, como el sueño es lo contrario de la vigilia. Los sueños no son meras fantasías; son procesos neuronales que cumplen importantes y vitales funciones en el organismo físico y en los planos anímicos y sicológicos del individuo; de igual forma el mundo mágico es el descanso del mundo material. En la magia, como en los sueños, las cosas funcionan al revés: aquel que busca beneficios materiales y egoístas en la espiritualidad, solo encuentra perjuicios y frustraciones, en cambio, el que busca en la espiritualidad cosas intangibles, pero hermosas e importantes, como poesía, sensibilidad, creatividad, comunicación, experimentación, sabiduría y mejoramiento humano, encuentra, por carambola y sin proponerselo, todo tipo de milagros y beneficios materiales.
Debemos tener fe en nuestros instintos e intuiciones, en esa extraña e inexpresable sensación que es la llamada espiritual, la voz interior que nos habla, ese trozo de dios que habita en nuestro interior y que nadie puede falsificar o adulterar porque lo llevamos dentro y sabemos que es real. Pase lo que pase no debemos perder esa fe, pero nunca confundirla con la fe ciega e ignorante que reclaman tantas religiones y gurús, porque se esa es un fe falsa, basada en una interpretación de la espiritualidad realizada por seres humanos, mortales, imperfectos y falibles, como cualquier otro. Esa falsa fe no es más que la esperanza y la desesperación de las personas manipuladas mediante promesas de luz, perdón y riqueza. Esa falsa fe es el reflejo irracional del miedo al dolor, al sufrimiento y a la muerte, explotado por los farsantes y los fanáticos religiosos para dominar, sacar provecho y reafirmar sus propias creencias.

Por esa razón, por esa fe, por ese miedo irracional a la muerte y a la vida es por lo que tantas personas caen como moscas en las redes de las sectas y el fanatismo, no solo religioso, sino también político, social y comercial. La mayoría de la gente es fanática de algo o de alguien; fanática de ciertas marcas, de ciertas estrellas y artístas, de internet, de la moda y la apariencia, del sexo, del dolor, del alcohol y las drogas, de ir de compras y de miles cosas más. Todo el mundo acalla su miedo con alguna cosa y por cada cosa hay un producto, un mercado, una oferta que alimenta nuestra tendencia natural al fanatismo a través de publicidad y técnicas de marketing que también son empleadas por religiones y gurús. Estamos tan acostumbrados a pagar por todo que vemos lógico que los curas nos cobren por la vida eterna y los swamis por alcanzar el Nirvana.
El fanatismo y el engaño es el precio que realmente pagamos por no esforzarnos en estudiar, razonar y avanzar con luz propia; es el precio que pagamos por no enfrentar nuestros miedos.

La espiritualidad es, en última instancia, aprender a vivir con libertad y a morir sin miedo;  es aprender a encontrar belleza y armonía en medio de la tragedia humana; es aprender a vivir el presente, cada instante con intensidad; es ser capaces de ayudar, envés de dañar; de crear, envés de destruir; de dar, envés de pedir; de arriesgar la vida por otro ser, envés de huir o pasar de largo; es ser capaces de sintonizar con el entorno; de sentirnos parte de la naturaleza y no sus dueños. Cuando se vive de ese modo y se estudia y se razona con libertad y criterio lo que hacemos, la magia no tarda en encontrarnos y los milagros comienzan...