jueves, 18 de agosto de 2011

PACTOS CON EL DIABLO Y CON LOS KARIRES DEL PALO MONTE

Últimamente me escribe mucha gente preguntando sobre los pactos con el Diablo, por eso voy a dedicar esta entrada a ese tema tan controvertido.

Los pactos con el Diablo y otros demonios y entidades oscuras, como los Karires del Palo Monte, existen desde la antiguedad. Se sabe que en Babilonia, Caldea, Grecia y en el Antiguo Egipto ya se usaban fórmulas mágicas para contactar con las fuerzas oscuras y obtener sus favores a cambio de diferentes tipos de sacrificios y promesas que la persona debía cumplir. Estos conocimientos pasaron a los judíos durante su estancia en Egipto y se fueron mezclando y transformando con sus propias creencias a lo largo de los años. Uno de los tratados mágicos más importantes dónde se trata el tema de los pactos y tratos con demonios es el famoso grimorio La Clavícula de Salomón, escrito por Salomón, rey de Israel, como herencia mágica para su hijo Roboam, rey de Judá. Pese a la gran devoción de los judíos por Dios y sus leyes, es evidente que los grandes hombres de ese pueblo, como Moisés y Aharon -La Mónada o Libro Octavo de Moisés- fueron también poderosos magos y brujos que no dudaron en echar mano de las prácticas más oscuras para liberar a su pueblo de diferentes opresores y cimentar su propio poder. Al parecer, el judaísmo siempre tuvo dos caras: una pública, moralista y respetuosa de Dios para el pueblo, y otra secreta y oscura a la que solo tenían acceso los reyes, patriarcas y grandes sacerdotes.

Esta doble moral religiosa también podemos verla en el catolicismo. Los más trascendentes tratados mágicos del medioevo, como El Libro De San Cipriano, el santo-mago, fueron escritos por monjes y sacerdotes cristianos. Mientras la Santa Iglesia se dedicaba públicamente a perseguir brujas, magos y alquimistas tachándoles de herejes y adoradores del Diablo, secretamente, en el interior de sus monasterios y abadías, sus monjes se dedicaban al estudio y práctica de las artes arcanas con el fin de obtener mayores riquezas y poderes terrenales. Recopilaban y atesoraban todos los libros mágicos y solo ellos podían aprender a leer y a escribir. Sabían que el conocimiento es poder y se aseguraban de que nadie, salvo los suyos, pudieran acceder a él.



San Luis Beltrán
Otro caso lo tenemos en la figura de San Luis Beltrán, sacerdote y santo católico, famoso por su sus asombrosas curaciones y milagros; que eran fruto de su oculta pasión por el privilegiado estudio de las artes esotéricas; el cual fue elegido en el siglo XIX por Andrés Petit, célebre brujo afrocubano del siglo XIX, como Guía Espiritual de la Regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje; orden religiosa que fundó y que, como todos sabemos, tenía muy poco de cristiana y sí mucho de brujería africana, espiritismo y magia europea.

En las antiguas culturas mesopotámicas, griegas, egipcias, romanas, hinduistas, shamánicas, taoístas, australianas, precolombinas y, por su puesto, en las africanas, tanto las divinidades benignas como las malignas son aceptadas como elementos imprescindibles de la realidad, de la naturaleza humana y del equilibrio universal, y empleadas sin prejuicios según las circunstancias y necesidades.

Torturas de la Santa
Inquisición

Muerte en la Hoguera


Patipembas: firmas o dibujos
del Palo Monte
En las antiguas religiones mágicas africanas, como las practicadas por las culturas Yoruba, Arará y Bantú, de las que se originaron las actuales reglas afrocubanas y afroamericanas, como la Regla de Ocha o santería, el Palo Monte y el Vudú, no existía el concepto moralista del bien y del mal, solo la dualidad entre los polos positivo y negativo que componen la realidad; lo creativo y lo destructivo, el agua y el fuego, la luz y la sombra, el día y la noche; como fuerzas opuestas que se complementan para sostener la vida. 

Hasta los científicos saben que toda energía tiene dos polos, uno positivo y otro negativo y que ambos son imprescindibles para la existencia. Si no existiera la enfermedad, el deterioro y la muerte, la vida sería imposible, porque sin muertos no habría abono para las plantas; que son las que fabrican el oxígeno y los frutos necesarios para la vida. Si nadie muriera, no quedaría espacio ni recursos en el mundo para los jóvenes y, por tanto, la humanidad no podría evolucionar y colapsaría.

Pacto entre un demonio
y un obispo católico.
En el inicio de la existencia, momento al que los científicos llaman Big Bang o gran explosión, la energía primigenia o Dios Creador, a la que los bakongos y paleros llamamos Nsambi, despertó del infinito sueño de la Nada y sintió una gran soledad y tristeza en medio de tanto vacío y oscuridad. Por esa causa deseó con todas sus fuerzas tener compañía y para lograrlo se dividió en incontables fragmentos y dotó a cada uno de libre albedrío y parte de su poder. Esos primeros seres o ángeles  fueron los Karires, los encargados de crear las estrellas y galaxias que iluminan el universo; la Gran Obra de Dios. 

A lo que las tradiciones judeocristiana y musulmana llaman diablos o demonios, no son realmente ángeles que se rebelaron contra Dios y que fueron castigados por éste, sino Karires de polaridad negativa; fuerzas destructoras que existen en la naturaleza para moldearla con el fuego divino, fundiendo el plasma original y entrechocando violentamente las partículas resultantes para obtener materia y nuevas sustancias; de igual forma que los herreros funden los minerales para obtener metales y luego los golpean sin piedad con sus martillos hasta sacarles formas de herramientas, armas y utensilios. Los Karires no son malos ni buenos y su energía divina permanece en las estrellas y planetas y puede ser invocada y empleada por los humanos, tanto para hacer el mal como para hacer el bien.

Les explico esto para que entiendan porqué, pese a que las religiones judeo cristiana y musulmana afirman que el uso y trato con fuerzas destructoras es pecado y condena el alma, tantas personas siguen practicando las artes esotéricas desde el inicio de los tiempos hasta nuestros días. La razón es que, en realidad, no existe el pecado ni la condena del alma fuera de la imaginación humana y se pueden usar esas fuerzas sin mayor peligro que el que puede tener usar el fuego o la electricidad. Si se toman las medidas convenientes y se conoce a fondo la naturaleza de estas fuerzas, se puede hacer uso de ellas sin peligro para nosotros.

En el Palo Monte afrocubano, como en el Vudú afrohaitíano, se practican desde siempre los pactos con fuerzas oscuras o karires, sin que por ello el alma de sus practicantes se consuma en el infierno. El propio Rayamiento -ritual de iniciación en el Palo Monte- es un pacto con fuerzas del más allá, y para montar una Nganga o Nkisi hay que ir al cementerio y hacer un trato con el espíritu de un difunto. Ambas cosas constituyen pactos con fuerzas oscuras de la naturaleza, pero no por ello menos divinas. Para sobrevivir en el mundo hay que echar mano tanto de las fuerzas positivas, como de las negativas. Por medio de las primeras podemos sanar, curar, armonizar, aplacar, despojar, abrir caminos, etc; y por medio de las segundas podemos protegernos de nuestros enemigos y transformar la realidad a nuestro favor; al igual que hacen los animales cuando emplean sus garras y colmillos para cazar o defenderse.

En los pactos con Karires; como Ndoki, Lugambé, Kadiampemba y Lukankasi, que son los más recurridos en el Palo Monte; no se entrega el alma como pago a cambio de su favores. El pago se hace con ofrendas de sangre humana. Estos pactos no los puede realizar cualquier persona. Únicamente un verdadero brujo, con el poder y la experiencia necesarios para manejar a un Karire sin detrimento para su vida, puede llevarlos a cabo.

Es imprescindible trazar círculos protectores entorno al brujo y a las personas que quieren realizar un pacto, y fuera de los círculos las patipembas -firmas o dibujos simbólicos- que identifican a los Karires que se desea invocar y las correspondientes al tipo de pacto que se desea sellar -existen distintos tipo de pactos para obtener fama, fortuna, magnetismo y potencia sexual, poder político o militar, burlar a la muerte, sabiduría, etc- para ejecutar el ritual con éxito y seguridad.

También es necesario quemar una mezcla de yerbas, palos y otras sustancias secretas para que el humo resultante, abundante y espeso, sirva de cuerpo o vehículo para que la entidad invocada pueda manifestarse; ya que los Karires son entidades demasiado poderosas y no pueden “montar” -posesión o trance mediúmnico- a una persona sin peligro para su vida, como hacen los espíritus de difuntos, Nkisis y Mpungus.

Cuando el Karire invocado "baja", el humo cobra formas antropomórficas que recuerdan a seres medio humanos, medio animales -de ahí las populares imágenes del Diablo y otros demonios como seres con partes humanas y de becerros, murciélagos, serpientes y otras bestias- que se agitan dentro del círculo, desprendiendo intensos olores y cambiando drásticamente la temperatura, de manera sobrenatural.

Cuando el brujo ve estas formas, por las que identifica a la entidad correcta, comienza a hablarle a al Karire mediante palabras y fórmulas mágicas que también se atesoran con sumo secreto. A su vez, el Karire manifestado responde al brujo con una voz torpe y ruda que éste escucha dentro de su cabeza; ya que el humo, a diferencia del cuerpo de un médium, no posee cuerdas vocales con las que emitir sonidos perceptibles por el oído humano.

Mago en un círculo
mágico tratando con
un demonio.
A los Karires les encanta la menga -sangre humana- o, mejor dicho, la energía vital que ésta contiene; ya que es la sustancia espiritual más sofisticada de toda la Creación de Nsambi; y por esa razón es imprescindible ofrendarles unas cuantas gotas, al menos, para conseguir su favor. Sin embargo, para realizar un pacto colectivo, que beneficie a muchas personas a la vez; como los pactos para proteger a un pueblo entero, ganar una guerra, alejar plagas, curar epidemias, hacer llover, dar buenas cosechas, etc; que se realizaban en la prehistoria y en la antiguedad; resulta perentorio el sacrificio de una o más vidas humanas. Esa es la razón por la que la mayoría de las víctimas de dichos holocaustos se ofrecían voluntariamente o aceptaban su destino con sumisión, porque sabían que su sacrificio era por el bien de todo su pueblo.

Hoy en día, con los avances científicos y tecnológicos de que disponemos, ya no es preciso buscar ayuda espiritual para conseguir buenas cosechas y curar epidemias, y por eso los sacrificios humanos han desaparecido casi por completo; pero aún continuamos ofrendando un poco de nuestra sangre para negociar pactos individuales con los Karires.

Sacrificio humano azteca
El pago en sangre que se ofrece a los Karires como Lugambé, Lukankasi y Kadiampemba por un pacto individual para convertirse en una persona rica, famosa, exitosa, poderosa, con un gran atractivo sexual o una larga vida, debe repetirse cada año en la misma fecha, hasta que la persona muera o el brujo desactive el pacto con la debida ceremonia. En caso de que el favorecido incumpla el trato y no alimente a tiempo al Karire, éste se cobrará la deuda de sangre como estime conveniente; provocando sangrientos accidentes, crímenes o suicidios de un familiar o ser querido del pactante; como recordatorio de los términos del trato. Pero mientras la persona cumpla su parte del pacto no tiene nada que temer y, por el contrario, contará con la protección y apoyo del Karire; especialmente en lo referente al deseo pactado.

Si el deseo solicitado es escapar de la muerte por una enfermedad incurable como el cáncer, por ejemplo, el enfermo comenzará a sentirse mejor a las dos o tres semanas de activado el pacto y en pocos meses se habrá recuperado por completo; aunque los médicos hayan dado su caso por perdido. Si el pacto es de Fortuna, se empezarán a notar resultados desde los primeros días y las ganancias irán aumentando exponencialmente, siempre que la persona apueste o invierta su dinero. Mientras más se esfuerce en ganar dinero más rápido crecerá su fortuna, y en dos o tres años será alguien realmente rico. Lo mismo ocurre con los pactos de fama, éxito y poder. Si el individuo no hace nada el Karire poco podrá ayudarle, pero si se centra y afana en su trabajo u objetivo los resultados no se harán esperar mucho. Las personas que gozan de una suerte sorprendente y se convierten  en poco tiempo en millonarios, estrellas famosas, políticos de gran popularidad, campeones deportivos o generales imbatibles, a menudo es porque han cerrado un pacto con un Karire.

Cuando los Karires aceptan a una persona, ésta puede realizar cuantos pactos desee. Incluso se pueden sellar pactos a distancia cuando el sujeto se encuentra lejos del brujo, ya que éste puede cerrar el pacto con el Karire en su nombre y enviárselo guardado en una mpaka -cuerno de cabra, toro, buey, etc; que contiene una carga mágica- para que se active al recibirlo. 

El único pacto que es incompatible con otros es el pacto de sabiduría o poder mágico. Si una persona hace este pacto no puede realizar ningún otro después, y si ya ha realizado un pacto de fortuna, amor, fama, etc; con anterioridad, los Karires no le permitirán llevar a cabo el pacto de sabiduría. Ese es el precio del conocimiento mágico.

viernes, 5 de agosto de 2011

SACRIFICIOS HUMANOS Y GENEALOGÍA DEL PALO MONTE

Hola amigos, aquí les traigo unas fotos de una mpaka de Tiembla Tierra; un makuto hecho con un colmillo de marfil cargado, para protección contra accidentes, enfermedades contagiosas, peleas, atentados y problemas legales o con la justicia y de tres obras, cuya naturaleza no debo decir, pero que ya podrán imaginarse. También quiero explicarles cómo funciona la herencia o genealogía de las prendas en el Palo Monte y hacer un poco de historia.


Makuto, resguardo confeccionado a partir de un
colmillo de marfil con carga mágica en su interior.
La mpaka no es una mpaka vititi mensu, es decir, que no es de las que lleva un espejo para "ver", sino que es una mpaka cargada y consagrada según tratado de Tiembla Tierra. Esta mpaka protege a su dueño y le sirve para realizar algunos trabajos de defensa y para abrir caminos. Con el tiempo, si esta persona, cuyo mpungu de cabecera es Tiembla Tierra, decide recibir una prenda mayor( nganga ) de este mpungu, dicha prenda nacerá a partir de esta mpaka, que lleva rastro de mi propia prenda de Tiembla Tierra, de mi Nganga Sarabanda y, por supuesto, de mi nfumbe.


Mpaka de Tiembla Tierra


Para los que no lo saben, les explico que el Palo Monte funciona como un árbol: Las prendas y ngangas de un Tata o Padre( brujo, sacerdote de Palo Monte ) nacen de las prendas y ngangas de su padrino. Al confeccionarlas, el padrino toma rastro de su prenda, su Sarabanda, por ejemplo, y de su nfumbe( muerto que habita la nganga, con el cual el brujo tiene un pacto de mutua colaboración ) y los introduce en la mpaka( si el ahijado es solo ngueyo, es decir que solo está rayado, iniciado, pero aún no está consagrado como Tata o Padre ) o prenda nueva( si el ahijado es un ngueyo recién consagrado como Tata o Padre ) de su ahijado, junto con las diferentes tierras, semillas, fragmentos de animales, huesos, minerales y demás elementos correspondientes al mpungu en cuestión, en este ejemplo, Sarabanda. A estas prendas menores( generalmente se trata de makutos y mpakas, pero también pueden montarse en calabazas, güiros, fetiches, etc ) y prendas mayores( ngangas, prendas de mayor tamaño que se montan en calderos de hierro, cazuelas y recipientes de barro, fundamentalmente. Antiguamente se montaban en güiras y sacos que se colgaban de los árboles o del techo. En cietas zonas de África se montan algunas prendas, como Sarabanda, bajo tierra, con una boca de piedra o cemento en la superficie, por la que se le alimenta con la menga de los animales y otras ofrendas ) se les llama "gajos", porque son como gajos del árbol madre o Tronco de Fundamento( nganga principal y más antigua ) que se arrancan y se trasplantan para que brote una prenda nueva. Estos gajos nacen generalmente como mpakas y luego van creciendo, a la par que evoluciona el ngueyo, hasta trasplantarse a un caldero o cazuela y convertirse en prendas mayores. De esta forma cada nueva prenda es hija de la prenda correspondiente de su padrino, a la que se llama Fundamento y esa es una de las razones por la que se les llama ahijados a los ngueyos y padrinos a los brujos, porque nacen de sus prendas y de sus enseñanzas.

Obra 1

Las prendas no pueden revirarse( atacar ) contra las prendas que le dieron vida, porque su poder está basado en el de esas prendas, por eso los paleros no pueden hacer brujería contra sus padrinos con las prendas que han nacido de las suyas. Para que un palero pueda combatir contra su padrino( lo cual es tan feo como que un hijo ataque a su padre, pero a veces sucede ) tiene que usar una prenda que no haya nacido del fundamento de su padrino. Para ello debe pedirle a otro brujo que le monte una nganga o montar un nuevo fundamento, es decir, crear un nuevo tronco que no descienda de ninguna otra nganga. Claro que para montar un nuevo fundamento hace falta mucho conocimiento y poder, algo que supieron hacer los esclavos congos que llevaron los españoles a Cuba, pero que pocos paleros modernos saben hacer.



Obra 2

Los antiguos esclavos congos que llegaron a Cuba en tiempos de la colonia, lo hicieron sin sus fundamentos, por eso tuvieron que montar nuevos fundamentos, nuevos troncos criollos de los que nacieron todas las diferentes ramas y troncos del Palo Monte cubano hasta nuestros días. Aquellos esclavos tuvieron que convertirse en cimarrones y escapar al monte para poder montar estos nuevos fundamentos, ya que para montar un fundamento o tronco nuevo es necesario sacrificar una vida humana, como sucedió en África con Mambe, para fundamentar el primer Nkisi de la brujería conga o aprovechar el cadáver o parte del cadáver( principalmente la kriyumba, cráneo )de un hermano o hermana recién asesinados( algunos de los principales fundamentos originales montados por cimarrones congos están hechos a partir de la kriyumba de otros cimarrones muertos en combate durante las guerras independentistas contra España ) para consagrar un nuevo nkisi. Algunos fundamentos importantes de Cuba están montados a partir del sacrificio( secuestro y asesinato ritual o muerte en una pele por la mano del brujo congo en cuestión ) de indígenas( taínos y guanajatabeyes que aún existían en la Isla durante la colonia. Hoy en día casi no quedan descendientes de indios en Cuba porque fueron aniquilados por la colonización ) y de asiáticos.

Según los viejos brujos congos asentados en Cuba durante la esclavitud, la kriyumba( cráneo ) de chino( asiáticos, fundamentalmente chinos que emigraron a Cuba en el siglo XVIII y XIX como mano de obra barata para la construcción de los ferrocarriles de la industria azucarera ) y la de indio, eran las mejores para montar un Nkisi, por el alto nivel espiritual de sus razas.



Les aclaro que para montar una prenda que es gajo de un fundamento, como la mayoría delas ngangas modernas,, siempre es necesario, además del rastro del nfumbe de dicho fundamento, ir a Campo Finda( cementerio ) y sellar pacto con un muerto reciente; pero para fundamentar un tronco nuevo, un nuevo Nkisi o Fundamento, es imprescindible el sacrificio de una persona. La diferencia, para que quede más claro, es que para montar una prenda gajo de otra, solo es necesario llevarse parte del cadáver de alguien que ya está muerto y enterrado recientemente, pero para montar un fundamento nuevo, que no es gajo ni hijo de nadie, hay que que tomar el cadáver en el mismo momento de su muerte, antes de ser enterrado, y si puede ser sacrificado por la mano del mismo brujo, mejor. Los fundamentos más fuerte son aquellos que han recibido la sangre del nfumbe, además de sus huesos, en su confección.



Por estas razones, es obvio que actualmente es muy difícil montar un fundamento nuevo, ya que la vida de las personas es mucho más cara que antiguamente y hay que correr muchos peligros con la policía para llevar a cabo estos sacrificios que hoy en día constituyen verdaderos crímenes. Sin embargo, han habido ciertas circunstancias durante el siglo XX que permitieron a algunos brujos cubanos crear nuevos fundamentos. Me refiero a la guerra de guerrillas contra los soldados de Fulgencio Batista, el gobernante anterior a Fidel Castro, en los años 50 y, posteriormente, a las guerras en Angola y Etiopía, donde participaron soldados cubanos. Algunos brujos cubanos que participaron en estas contiendas aprovecharon la oportunidad para hacerse con la cabeza de algunos de sus enemigos, con el objetivo de montar nuevos fundamentos al volver a Cuba. También existen, aunque en menor medida, brujos relacionados con el crimen y los bajos fondos de Cuba, que han montado nuevos fundamentos con la sangre y cabeza de personas asesinadas en peleas y ajustes de cuentas, pero estos casos, dada la gravedad de su naturaleza, son secretos muy bien guardados y su referencia es muchas veces mítica.


Obra 3
Incluso, durante la colonia y la república( antes del 59 ), se conocen casos documentados por la policía y algunos especialistas, de sacrificios de niños para montar determinados nkisis, como Cuatro Vientos y Lucero, o para ejecutar ciertas "obras"( trabajos de brujería ) para alargar la vida de un individuo o conceder juventud y fertilidad a personas de edad avanzada. La mayoría de los paleros modernos somos personas muy diferentes de aquellos brujos antiguos, esclavos, cimarrones, mambíses, analfabetos y oprimidos, con un gran poder y conocimiento, pero semi salvajes y violentos, y por ello no practicamos, ni apoyamos, aquellas prácticas sangrientas que ya no tienen cabida en las sociedades modernas. Personalmente repudio todo tipo de crímenes premeditados, con objetivos mágicos o por el motivo que sea, pero debo admitir que si un día tengo la desventura de verme envuelto en una pelea de la cual saliera muerto mi enemigo, sin dudarlo un instante aprovecharía la oportunidad para crear un nuevo tronco.

La importancia de poder montar un tronco nuevo no es por poder revirarse contra el padrino, lo cual, como ya he dicho antes, es algo muy feo y deshonroso para cualquier casa. La verdadera importancia de poder crear y consagrar un nuevo fundamento es que sin fundamentos nuevos no hay ramas nuevas y sin ramas nuevas no hay evolución. Cada una de las ramas, como Briyumba, Mayombe, Kimbisa, Malongo y Kimbisa del Santo Cristo, derivan de unos pocos Fundamentos originales. Como estos fundamentos no cambian, dichas ramas del Palo Monte se mantienen inmutables en su culto, sin posibilidad de absorber nuevos conocimientos y prácticas producto de la experimentación y el contacto con otras culturas y disciplinas mágico-religiosas. Si un palero, hoy en día, quisiera fundar una nueva rama del Palo Monte, con características nuevas y diferentes, tendría que hacer como Andrés Petit, fundador en el siglo XIX de la Regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje, que tuvo que crear un nuevo Nkisi, para fundamentar el nuevo tronco; solo así pudo incluir en los ritos paleros elementos hasta entonces inéditos en la palería, como el crucifijo, las oraciones católicas, Kunankisi( el Espíritu Santo ), el espiritismo de Allan Kardec y otros secretos y formas extraídos de la secta Abakuá y de la Francmasonería.


                                ¡KIMBISA QUIEN VENCE!